La melisa o sándalo es una planta perenne, autóctona del sur de Europa y la región del Mediterráneo. Perteneciente a la familia de las lamiáceas, la planta de melisa es muy apreciada por su potente aroma a limón, cuyas propiedades medicinales son bastante amplias.
La planta de melisa cuenta con un segundo nombre popular por el que es muy conocido: “toronjil”. Es tal su proliferación que esta denominación se encuentra recogida en el Diccionario de la Real Academia Española.
¿Qué es la melisa?
La planta melisa está caracterizada, como ya hemos dicho, por su potente olor a limón. Precisamente por esta característica, la melisa es también conocida como limoncillo. A menudo es confundida con otra especie con la que lo único que comparten es el aroma a limón y que también es conocida bajo el mismo nombre: la citronela. De hecho, con ella comparte su capacidad para repeler a insectos y mosquitos no deseados, aunque es mucho más popular la citronela que la melisa o toronjil.
Sin embargo, cuando hablamos de la melisa, nos estamos refiriendo a la especie de nombre científico Melissa officinalis. La melisa es una planta denominada hemicriptófita, lo que significa que, de forma anual, la parte aérea de la planta muere, mientras que la parte o yemas invernantes quedan al ras del suelo, protegidas por hojas protectoras u hojarasca o hummus.
La melisa puede llegar a alcanzar una altura de 1 metro y posee unas hojas pecioladas, de basa ancha y con filo dentado. Esta estructura le hace también muy similar a la hierbabuena. Por su parte, la flor de la melisa es de color blanco o rosado y se agrupan de forma vertical a la base de las hojas.
Propiedades de la melisa
Al igual que una gran parte de las especies de la familia de las lamiáceas, como, por ejemplo, la lavanda, el lavandín y el espliego, la melisa tiene unas propiedades muy interesantes. Las aplicaciones medicinales de esta especie parten principalmente de su composición rica en favonoides y fenólicos:
- Propiedades antiinflamatorias,
- Calmantes y relajantes,
- Antiespasmódicas,
- Analgésicas y
- Antioxidantes.
Todas estas propiedades del toronjil las obtenemos gracias a la composición química que presenta. Entre los distintos compuestos destacan los siguientes:
- Eugenol: líquido oleoso de color amarillo y olor a clavo.
- Taninos: compuestos bioactivos que mejoran la salud.
- Terpenos: principal constituyente de los aceites esenciales.
- 1-octen-3-ol: alcohol que atrae a los insectos que pican, producido también por la respiración humana o el sudor.
- Timol: principio activo de algunos medicamentos existentes contra la varroa.
¿Para qué sirve la melisa?
Una de las aplicaciones más características del toronjil es, sin duda, su influencia sobre nuestro estado de ánimo. La planta melisa es recomendada para calmar los nervios, así como para propiciar un buen descanso y disminuir episodios leves de insomnio. Pero este efecto sedante no es su único uso, la melisa también es perfecta como diurético. Es especialmente buena para tratar también problemas digestivos ya que ayuda en las digestiones pesadas, disminuyendo los gases gracias a su capacidad carminativa. Además, gracias también a su potente olor, resulta muy útil para combatir el mal aliento.
La planta de melisa es buena también como antiviral y expectorante, por lo que puede ayudarnos eficazmente en catarros o resfriados. Sus aplicaciones no se quedan en la parte interna del cuerpo, ya que la melisa es un buen cicatrizante de heridas.
Por último, el toronjil es muy recomendado para aliviar los síntomas propios de la menstruación, lo que incluye también los episodios de migrañas relacionados con aquella.
Elaboración de infusión de toronjil o melisa
Si queremos obtener todas las propiedades del toronjil, sólo tenemos que centrarnos en sus hojas, que es dónde más beneficios acumula esta planta. La elaboración de la infusión de toronil es realmente sencilla, tan sólo nos llevará unos minutos:
- Ponemos una taza de agua caliente a hervir.
- Cuando alcance el punto de ebullición, añadimos una cucharada de hojas de melisa machacadas y lo dejamos reposar durante 10 minutos. Las hojas podrán ser secas o frescas, en función del gusto de cada uno.
- Después, retiramos del fuego y dejamos que la infusión se temple.
- Por último, sólo tendremos que filtrar nuestro té de toronjil y ya estará listo para tomar.
Al igual que ocurre con todas las plantas con aplicaciones medicinales, su consumo debe ser respetando las circunstancias personales de cada uno. Deberán prestar mayor atención aquellas personas que tengan hipertiroidismo o sean especialmente alérgicos, ya que la melisa posee varios componentes que pueden desencadenar una reacción con facilidad.
Igualmente, los bebés y embarazadas no deben consumir la infusión de melisa. Del mismo modo, aquellas personas que están tomando antidepresivos, antihistamínicos, narcóticos u otros inhibidores de la recaptación de serotonina deben restringir drásticamente su consmo.