Las abejas, como todos los animales, están expuestas a una serie de enfermedades que puede llegar a hacer peligrar su vida y poner en riesgo la subsistencia de la propia colmena. La Loque europea es probablemente una de las enfermedades de las crías de abejas más temidas por su rápida propagación.
Según la fase del ciclo de la vida de la abeja en que tenga lugar, podemos encontrar enfermedades propias de la cría de abeja o enfermedades de ejemplares adultos.
Loque europea
Esta enfermedad es producida por la bacteria Melissococcus plutonius y ataca directamente a las crías de abejas obreras que aún están abiertas, es decir, a las larvas. El momento ideal para su aparición guarda una estrecha relación con el déficit nutricional, siendo más propio en los periodos de crecimiento rápido de la colmena.
El periodo de incubación de la enfermedad es de 15 días. Las larvas son infectadas por la alimentación que les proporcionan las abejas obreras nodrizas, que se reproducen rápida en el intestino de aquellas y provocándoles la muerte en uno o dos días.
Cuando las abejas obreras nodrizas tratan de limpiar y sacar las larvas enfermas fuera de la colmena, éstas se infectan por contacto y acaban transmitiéndoselo nuevamente a las larvas sanas a la hora de alimentarlas, así como a otras abejas adultas. Esta forma de reproducción la convierte en una enfermedad muy virulenta por su rápida propagación.
Junto a la bacteria Melissococcus plutonius pueden aparecer otras de carácter secundario como es el caso de Bacillus alvei Cheshire y Cheine, Streptococcus apis Maasen y Achromobacter eurydice White. Estas bacterias no son portadoras de la enfermedad sino que aparecen de manera simultánea durante el proceso patológico.
Debido a la resistencia de la bacteria M. Plutonius a la acidez tan elevada de la jalea real suele ser infrecuente que se genere en larvas de futuras abejas reina.
Factores de riesgo
Existen diversos estudios que apuntan a una serie de condiciones que pueden desencadenar con mayor facilidad la aparición de esta enfermedad. Algunos de estos factores de riesgo son:
- Escasez de alimento
- Condiciones térmicas desfavorables: problemas en la regulación de temperatura de los panales de cría. La temperatura óptima de la bacteria es de 32º.
- Falta de adaptación a los cambios atmosféricos. Esta enfermedad tiene una mayor incidencia en primavera y otoño.
Síntomas de la Loque europea
- Larvas blanquecinas y opacas que pierden el brillo. Pierden el tono azulado-anacarado presente en toda larva.
- Postura anormal en el interior de la celda.
- Cría salpicada al ser retiradas las larvas infectadas.
- Fuerte olor a podrido.
- Si las larvas no son retiradas a tiempo, rápidamente se descomponen y se convierten en una escama negra de fácil extracción para las abejas obreras.
Tratamiento y prevención
Las vías de tratamiento en el caso de la Loque europea pasan siempre por eliminar los cuadros de cría y quemarlos para evitar que la enfermedad pueda seguir propagándose.
Algunos autores consideran necesario realizar un cambio de reina, por no proporcionar una descendencia fuerte capaz de adaptarse a las condiciones que rodean la colmena.
La utilización de antibióticos para tratar esta enfermedad actualmente está prohibida, por lo que todos los tratamientos irán enfocados a prevenir su aparición o atajar las consecuencias de manera drástica.
Como tratamiento preventivo puede optarse por cambiar de manera más o menos asidua los cuadros de cría, evitando así la persistencia de microorganismos.
Diferencias entre Loque europea y Loque americana
Las principales diferencias entre la Loque europea y la Loque americana las encontramos en el momento de infección de la larva así como en la sintomatología que presentan cada una de ellas. Además, tampoco debemos olvidar el agente causante, ya que la bacteria responsable de la Loque americana es la Paenibacillus larvae larvae. Mientras que en el caso de la Loque europea, ésta es producida por la bacteria Melissococcus plutonius.
En lo que se refiere al momento de la infección, la Loque europea afecta a las larvas que aún no han sido operculadas. En cambio, la Loque americana incide en las pupas o larvas operculadas, impidiendo su correcto desarrollo. Las crías llegan a estirar unos 2 o 3 centímetros.
En cuanto a la sintomatología o efectos de la Loque americana, podemos encontrar el oscurecimiento de los panales de cría, con opérculos ensacados y perforados. A diferencia de lo que ocurre en la Loque europea, en la variante americana las larvas son fibrosas y quedan fuertemente adheridas a las paredes de la celda, impidiendo a las abejas obreras su extracción.
En cuanto al olor, lo cierto es que en la Loque europea dependerá de la presencia de otras bacterias secundarias responsables del olor ácido, como por ejemplo, la bacteria Bacillus alvei. Cuando estamos ante un caso de Loque americana siempre detectaremos un fuerte olor a putrección. Sin embargo, debido a lo ya dicho, guiarse únicamente por este síntoma haría imposible establecer con certeza un diagnóstico diferencial.