El lagarto ocelado o Timon Lepidus, como se le conoce desde hace varias décadas, es una especie de lagarto de grandes dimensiones, propio de la región suroccidental europea y noroeste de Africa.
A día de hoy, no es una especie en peligro de extinción, pero sí está incluido en el Catálogo Nacional de Especies Protegidas, así como en el Convenio de Berna. Durante algunos años, ni siquiera se la consideró merecedora de protección, sino más bien como una especie dañina. Este hecho justificó diversos planes destinados a su erradicación en los años 70. Por suerte, en 1985, al ratificar el tratado de Barna, el lagarto ocelado se coló en el citado catálogo, convirtiéndose desde entonces en especie protegida en España.
Evolución del género Lacerta
Originariamente, el lagarto ocelado era considerado como perteneciente al género Lacerta. En el año 1802, Daudin describió esta especie como Lacerta lepida, junto a otros dos nombres: Lacerta ocellata y Lacerta jamaicensis. Durante mucho tiempo, se aceptó la segunda de ellas como denominación correcta para los lagartos ocelados en términos generales. Aunque más tarde se comprobó que ese nombre ya había sido utilizado con anterioridad (1775) por lo que fue rechazada. La combinación Lacerta jamaicensis estaba pensada para nombrar los lagartos ocelados procedentes de la isla de Jamaica. Finalmente, el binomio Lacerta lepida fue elegido como denominación correcta.
La palabra lepida tiene su origen en el calificativo latino lepidus, que significa “amable, agradable”. Según confirmó el propio Daudin, eligió ese nombre por los colores tan agradables que poseía el lagarto ocelado.
Sin embargo, en los últimos años, ha aparecido el nombre Timon Lepidus. Esta denominación tiene como objetivo unificar las especies Lacerta lepida (europea), Lepidus pater y Lepidus tangitana (norteafricanas) y Lepidus prínceps (kurdos). La idea es unificar en un único género, distinto del Lacerta, estas especies de lagartos ocelados por las similitudes morfológicas y cariológicas que presentan. Sin embargo, aún existen muchas reservas para considerar acertada la creación del género Timon debido a la falta de argumentos más sólidos para aceptar una reordenación del género Lacerta.
Características del lagarto ocelado
Se trata de un lagarto que puede llegar a alcanzar los 90 centímetros de longitud, contando con la cola. Estas medidas le convierten en el lagarto de mayor tamaño de la Península Ibérica. De hecho, el largo de su cola puede llegar a duplicar la propia longitud de su cuerpo.
Posee unos colores que pueden variar del verde intenso al gris, con superposición de puntos negros. El macho, en exclusiva, posee dos franjas laterales de ocelos o manchas azules, a los que deben su nombre. El bimorfismo sexual va mucho más alla: los machos poseen unos colores mucho más brillantes y llamativos que las hembras. Sin embargo, es cierto que en función de la zona geográfica en la que nos encontremos, el patrón de colores puede verse afectado.
Su presencia en España está muy extendida por todo el territorio, ya que no es un reptil especialmente exigente con las condiciones climáticas. De hecho, suele frecuentar lugares donde la temperatura media no sobrepase los -6 º C. Tampoco tiene predilección por ningún biotopo en concreto, por lo que podemos encontrarlo en zonas de matorrales, cultivos o bosques. Sin embargo, suele evitar las zonas húmedas o con demasiada densidad vegetal, para garantizarse unas horas mínimas de sol al día.
Precisamente, porque le gusta las zonas abiertas, suele ser el blanco fácil de muchas aves rapaces como águilas, búhos o halcones, pero también de córvidos como la garza y la cigüeña o mamíferos como los zorros o garduñas. En algunas ocasiones también forman parte de la dieta de otros reptiles como la culebra de escalera, entre otros.
El lagarto ocelado es capaz de desprenderse de su cola cuando se siente amenazado, como muchos otros reptiles, para escapar de su depredador. Su cola seguirá en movimiento durante un tiempo para distraer al enemigo, mientras el lagarto busca un sitio donde refugiarse. Aunque gracias a su rapidez y facilidad para escapar, practicar la automutilación no es tan común para ellos.
Alimentación del Timon lepidus
Es un reptil omnívoro que se alimenta principalmente de insectos de gran tamaño como los saltamontes o los escarabajos. Su dieta no se limita a los bichos, también disfruta de los pequeños ratones, otros lagartos o lagartijas de menor tamaño, arañas e, incluso, huevos de aves. Gracias a la potencia mandibular que tiene, posee una gran mordedura que le permite alimentarse de forma tan variada.
Durante mucho tiempo se pensó que los lagartos ocelados se alimentaban también de abejas, aunque se ha comprobado que no sienten ninguna atracción hacia estos insectos. Al haber desmentido este mito, el abejaruco se ha consagrado como el principal depredador de la apis melífera.
Por otro lado, la parte vegetal de su dieta, compuesta por frutos caídos de los árboles, no llega casi al 1%. De hecho, casi el 85 % de los insectos que come son escarabajos, siendo éstos su presa favorita.
Ciclo de vida y reproducción del lagarto ocelado
Este saurio puede llegar a vivir en cautividad hasta 20 años, aunque en libertad no suelen superar los 11 años. Alcanzan su madurez sexual a los 3 años, con un tamaño medio de unos 30 cm.
Esta especie hiberna desde octubre hasta finales de marzo-primeros de abril, coincidiendo con la llegada de la primavera. Los meses en los que más activos están son de mayo a junio, ya que, durante el verano, debido a las altas temperaturas, su nivel de actividad disminuye considerablemente.
El lagarto ocelado se vuelve muy territorial durante la época de cortejo, que inicia a partir del mes de abril. Las primeras cópulas suelen producirse en el mes de mayo. Durante el acto, el macho muerde a la hembra y es capaz de atacar a otros machos que entren en su territorio.
Transcurridos unos 60 a 100 días desde la cópula, la hembra realizará una única puesta de 5 a 25 huevos en un agujero realizado y elegido por ella misma. En función de la temperatura ambiente, los huevos eclosionarán transcurridos de 2 a 3 meses.
El nacimiento se produce en absoluta soledad, ya que una vez que la hembra ha depositado los huevos ni siquiera los vigila. Llegados a este punto, las crías deberán aprender a alimentarse de manera rápida para superar con éxito la hibernación hasta la siguiente primavera.