La garduña (Martes foina) es un mamífero de mediano tamaño de la familia Mustelidae. Este mustélido de hábitos nocturnos guarda un gran parecido con otro animal: la marta (Martes martes). Esta relación entre ambas especies se explica por los antepasados que tienen en común.
A pesar del gran parecido, la garduña tiene unas patas más cortas y es algo más corpulenta que la marta. Cuenta además con unas orejas más pequeñas y un hocico más achatado. El principal rasgo que diferencia a la garduña de una marta es el babero de color blanco que se va abriendo desde su barbilla hasta las extremidades delanteras.
Características de la garduña
Esta especie está totalmente adaptada al medio arborícola por lo que la forma de su cuerpo está especialmente diseñada para moverse con facilidad. La garduña posee un cuerpo alargado que comienza por una cabeza estrecha y acaba en una larga cola muy peluda. Su cabeza, de pequeñas dimensiones, está compuesta por un hocico pequeño y afilado, aunque algo más chato que en la marta, unas generosas orejas dispuestas a ambos lados y unos ojos negros redondos de gran tamaño. Sus patas, en cambio, son cortas con unas garras semirretráctiles, que le permiten desplazarse por los troncos y la superficie con una agilidad pasmosa. Tanto es así que la garduña es considerada el mustélido más ágil de toda la familia.
Precisamente la morfología de su cuerpo le permite desplazarse por el suelo arqueando el lomo y dando saltos. Aunque exteriormente el parecido con la marta es realmente grande, existe un pequeño detalle que sirve para diferenciar ambas especies. Tanto la garduña como la marta tienen un babero que se inicia en la zona baja del hocico y se extiende hasta las extremidades delantes. Sin embargo, mientras que en la marta ese babero es de color ocre o anaranjado, en la garduña es de un blanco impoluto.
Como en muchas otras especies, también se dan casos de melanismo. Este fenómeno se produce cuando determinadas zonas del animal presentan una coloración excesivamente saturada o negra.
Comportamiento de Martes foine
Este mustélido es de hábitos nocturnos, por lo que sus principales horas de actividad se centran en ese momento. Ahora bien, durante el verano, cuando las noches son más cortas, es posible ver a la garduña iniciando su actividad las horas previas al anochecer y poco después del amanecer. En cambio, en los meses de invierno, cuando las noches se prolongan más de 9 horas, su actividad se centra exclusivamente en el anochecer y el amanecer.
Estos parámetros varían en función de la edad, el sexo y el hábitat. La garduña urbana tiene un periodo de actividad mucho más corto que aquella que vive en un hábitat más natural. La garduña suele marcar con su olor las zonas en las que interactúa a través de las glándulas anales y la orina.
Este mustélido es solitario y territorial con los miembros de su propio sexo. Normalmente, las garduñas macho solapan su área de campeo con el área de menor tamaño de dos o tres hembras. En las zonas en las que ambas áreas convergen suelen encontrarse las zonas de descanso que son aprovechadas por todos los individuos. El tamaño del área de campeo puede ir desde las varias hectáreas hasta 2 o 3 kilómetros cuadrados, en función del hábitat y la disponibilidad de alimento.
Alimentación de la garduña
La alimentación de la garduña es muy variada, ya que estamos ante un mustélido generalista. Esto quiere decir que este mamífero se alimenta no sólo de otros pequeños mamíferos, como el ratón de campo, o pájaros, insectos y reptiles. Esta especie incorpora también en su dieta, en mayor o menor medida según la estación, los frutos e, incluso, la miel.
Se sabe que, durante los meses de primavera y verano, la garduña se alimenta principalmente de otros micromamíferos. En cambio, durante los meses de otoño e invierno, suele decantarse por una dieta a base de frutos. Dentro de estos últimos podemos señalar la zarzamora o las cerezas silvestres. Este hábito alimenticio genera un fenómeno oportunista muy importante: la dispersión de semillas.
La garduña, a través de sus excrementos, es capaz de distribuir por toda su área de campeo determinadas especies vegetales.
Hábitat y depredadores de la garduña
El carácter generalista y su alta capacidad de adaptación al medio hace que la garduña cuente con pocas amenazas. La cada vez mayor destrucción de bosques o zonas arbóreas no parece afectar de manera especial a esta especie. Ello gracias a que es capaz de modificar su hábitat en función de sus necesidades o la presencia de alimento.
Actualmente, el Martes foina está presente en la mayor parte de Europa central y meridional y, de manera más aislada, en el centro de Asia. En España, la garduña está presente en toda la Península Ibérica de manera desigual. También es posible encontrarla en las Islas Baleares. De hecho, aunque se consideraba extinguida en la isla de Ibiza, las últimas revisiones hechas en 2004 afirman que persiste una pequeña población de garduñas.
Por otro lado, en lo que a depredadores naturales se refiere, lo cierto es que cuenta con algún que otro conocido enemigo. Entre ellos destacan el búho real, el gato montés, el águila real, el lince boreal y el zorro. En la zona de Pirineos se han dado algunos casos de depredación por parte de perros.