La planta de Colza, cuyo nombre científico es Brassica napus, es una especie perteneciente a la familia de las brasicáceas o crucíferas. Esta planta, que parece tener su origen en el continente asiático, está prácticamente extendida por todo el mundo. La colza comenzó a expandirse alrededor del Mar Mediterráneo, por lo que romanos y griegos la cultivaron para fines alimenticios y medicinales.
La planta de colza es una de las plantas melíferas más importantes que existen en España. Gracias a que su producción ha aumentado considerablemente, las abejas tienen a su alcance hectáreas de néctar y polen con el que elaborar su miel de colza. Además, debido a que posee una floración escalonada desde el mes de abril que puede durar hasta 2 meses.
Características de la Brassica napus
Esta especie de crucífera posee una raíz pivotante que le ayuda a penetrar profundamente en los terrenos en los que se encuentra. Puede llegar a alcanzar el metro y medio de altura. Posee unas inflorescencias racimosas formadas cada una por unas 20 a 60 pequeñas flores amarillas.
Al igual que el cerezo silvestre o Prunus avium, la Brassica napus cuenta con una serie de nectarios al inicio de sus hojas. Estas glándulas segregan una sustancia que atrae a diferentes insectos conocida como néctar. Esa solución azucarada suele estar formada habitualmente por sacarosa, glucosa o dextrosa y fructosa. Aunque eso no impide que estén presentes otros azúcares polisacáridos como la maltosa y la melobiosa.
La colza es una planta que no tiene una gran necesidad de agua, por lo que aguante bien los periodos de sequía. Requiere en torno a los 400 mm de lluvia al año para lograr un cultivo medio. En la Península Ibérica, la Brassica napus puede ser encontrada de forma generalizada.
Variedades de Brassica napus
Existen dos variedades claramente diferenciadas de colza. Por un lado, tenemos la Brassica napus, colza en sentido estricto, y, por el otro, la Brassica raps, más destinada a la colza forrajera.
Ambas dos especies, agrupadas bajo el mismo denominador común de “colza”, llevan siendo cultivadas en la India durante más de 4.000 años. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIV que tuvo lugar su entrada en Europa.
La colza convencional, es decir, la Brassica napus, produce un aceite vegetal con un alto contenido en ácido erúcico. Debido a que los ácidos grasos como este pueden ser perjudiciales para la salud, por fomentar los depósitos grasos en nuestro sistema coronario, se optó por seleccionar ciertos cultivares que tenían un menor contenido de este aceite. Así surgió la colza canola, creada en Canadá, cuyos niveles de este ácido erúcico no superan el 2%. Y no sólo eso, también posee unos niveles de reducidos de glucosinolatos en la harina. Esto último es especialmente relevante para el sector ganadero, que utilizan esta especie como alternativa de planta forrajera a la alfalfa.
Propiedades de la colza
La colza ha sido y es extremadamente consumida por el ser humano en forma de aceite. A pesar de la crisis sufrida hace algunos años en España, lo cierto es que este aceite vegetal tiene una larga lista de propiedades y beneficios para la salud. De hecho, a pesar de lo que muchos creen, el aceite de colza contiene ácido oleico, el mismo tipo de ácido graso que posee el aceite de oliva.
Lógicamente, al tratarse de un aceite vegetal tiene un alto contenido en grasas insaturadas. Siendo la mayoritaria el ácido erúcico. Es cierto que este ácido en grandes dosis puede llegar a ser perjudicial para la salud, pero el aceite de colza supera diferentes procesos que reducen eficazmente su presencia.
Uno de los ácidos más importantes es el ácido linolénico u omega 3. Siendo el aceite vegetal con mayor contenido en omega 3 que podemos encontrar. Debido a que no puede ser fabricado por nuestro organismo, es muy importante su ingesta en nuestra dieta.
Tratándose de un aceite graso cuenta con propiedades cardiosaludables. Pero además también nos aporta vitamina E, que es un potente antioxidante encargado de evitar la propia oxidación del aceite.
Usos de la Brassica napus
Como ya hemos comentado, uno de los principales usos está enfocado a servir de planta de forrajeo. Al tratarse de una hierba barata y rentable es un gran recurso para alimentar el ganado. Dentro del sector industrial, también es empleada para la producción de biodiesel, siendo los principales productores la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos, Australia, China e India. Hasta hace unos años, sólo estaba en intensidad de cultivo por detrás de la soja o el aceite de palma.
Pero, sin lugar a dudas, uno de los usos más importantes de esta especie lo protagoniza, dentro del sector culinario, el aceite de colza. En España este término está totalmente estigmatizado por la crisis sanitaria que ocurrió en el año 1981. Sin embargo, la realidad de lo sucedido nos permite afirmar que ningún componente natural del aceite de colza es realmente el responsable de los daños causados a unas 60.000 personas. En esa época se popularizó la venta de un aceite de colza desnaturalizado, es decir, adulterado con productos químicos que realmente estaban pensados para su uso industrial. Sin embargo, esa partida de aceites adulterados acabó vendiéndose de manera indiscriminada a las personas que lo adquirían para su consumo. Esto provocó la muerte de 5.000 personas. En la actualidad, cerca de 20.000 personas todavía sufren las secuelas del Síndrome de Ácido Tóxico.
A día de hoy, el cultivo de Brassica napus se ha ido incrementando notablemente. Gracias a la facilidad para acceder a la información de lo ocurrido y la innovación y nuevos conocimientos en tipos y sistemas de cultivo de los últimos años, la gente ha ido dejando a un lado la idea preconcebida de la inexistente toxicidad del aceite de colza.