El árbol de aguacate, denominado científicamente como Persea americana, es una especie arbórea perteneciente a la familia de Lauraceae. Su fruto, el aguacate, también conocido como palta en algunos países de Latinoamérica, es una baya comestible que se ha ido popularizando en los últimos años.
Uno de los principales dilemas que rodean a este árbol es si debe considerarse el aguacate como fruta o verdura. Probablemente esta duda tenga su origen en la apariencia externa del aguacate al ser un fruto de color verde. Pero si nos paramos a pensar en su origen, fruto de un árbol denominado Persea americana, así como su interior, que contiene una semilla de gran tamaño, podemos afirmar que estamos ante una fruta. Este debate acerca de su clasificación es similar al del cacahuete, que, a pesar de ser considerado una legumbre, es ampliamente concebido como un fruto seco.
Características del Persea americana
Este árbol en estado salvaje puede alcanzar los 20 metros de altura, aunque lo habitual es encontrarlo en tamaños que van desde los 8 a los 12 metros. Sin embargo, el árbol de aguacate cuando es cultivado, para lo que se recurre a los injertos, presenta unas dimensiones muy diferentes. Debido a que es sometido a podas de formación que además facilitan la recolección de los frutos, suele presentar copas más extendidas, con una menor altura y ramas bajas.
Las inflorescencias del árbol de aguacate son de tipo racimosas. Concretamente, se denominan panículas, es decir, racimo ramificado de flores, las cuales van decreciendo hasta llegar al ápice. Curioso es el mecanismo denominado dicogamia, por el que sus flores se van abriendo y cerrando a lo largo del día para alternar la funcionalidad de su parte femenina y masculina.
Su fruto es una baya comestible de forma ovalada, cuyo tamaño varía en función de la especie. La corteza que lo protege suele ser de color verde, aunque también podemos encontrarla púrpura. Su textura normalmente es rugosa y algo gruesa, pero también existen variedades con la corteza más fina y lisa. Su interior o pulpa es de color amarillo a verde claro y posee una semilla de gran tamaño en su interior de color marfil.
Historia y distribución del árbol de aguacate
Son tres las variedades más conocidas y popularizadas: la mexicana (Persea americana var. drymifolia), la guatemalteca (Persea americana var. guatemalensis) y la antillana (Persea americana. var. americana).
La primera variedad, la mexicana, es originaria de las zonas centro y este de México. Mientras que los árboles originarios de las zonas altas de Guatemala dan lugar a la variedad guatemalteca. Por último, la variedad antillana es procedente de la zona de las Antillas. Sin embargo, esta última presenta más dudas acerca de su origen. Una primera teoría afirma que esta fue la primera variedad encontrada por los europeos, ya que Guatemala fue el primer país que visitaron. Por otro lado, se cree también que los españoles o ingleses durante la colonización pudieron introducir los árboles de aguacate procedentes de México.
La antigüedad en el cultivo del aguacate data de hace 9.000 o 10.000 años. Lo cierto es que existen evidencias de su consumo en el valle de Tehuacán en México. Existen numerosos documentos que hablan acerca del consumo y propiedades del fruto de este árbol, entre los que destaca la obra de Pablo José de Arriaga, misionero español, en su libro La extirpación de la idolatría en el Perú (1621).
En la provincia de Cajatambo en el Virreinato de Perú, durante el siglo XVII, Pablo José narra una festividad que ayudaba a madurar el aguacate, conocida como “acataymita”. El evento, celebrado en el mes de diciembre y que duraba 6 días, comenzaba con una reunión de hombres y jóvenes desnudos que debían correr a lo alto de un cerro. La hazaña consistía en alcanzar a una mujer con la que mantenían relaciones sexuales. Durante los 5 días previos los hombres debían mantener un ayuno de sal, ají y sexo.
Cultivo del árbol del aguacate
Los riesgos asociados al cultivo de árbol del aguacate han sido muchos y muy variados a lo largo de la Historia. A nivel internacional, entre EEUU y México tuvo lugar un enfrentamiento para introducir por parte de este último los aguacates mexicanos a territorio estadounidense. El gobierno americano se negó alegando que aquello introduciría la mosca de la fruta en sus cultivos. México en respuesta a la constante negativa de Estados Unidos comenzó un bloqueo al máiz estadounidense. Finalmente, EEUU permitía la entrada del aguacate en el país.
Igual de importante fue la crisis hídrica de Chile por realizar un cultivo hiperintensivo de esta fruta. Según el análisis realizado por Water Footprint Network, durante los años 1996 a 2005, Chile invirtió 1981 m3/tonelada de agua globalmente. De hecho, en el año 2008, en la zona de Quillota, se aseguraba que se requería 1100 litros a la hora para una hectárea de cultivo. Las diversas irregularidades cometidas para los permisos de uso de agua han sido denunciadas por organizaciones que buscaban sacar a la luz la nefasta gestión y el estado de sequía en el que habían quedado muchas zonas del país.
Por si fuera poco, el cultivo de aguacate ha provocado una gran deforestación de bosques nativos, a través también de la tala ilegal. El uso de pesticidas y plaguicidas para proteger los árboles de aguacate ha provocado un gran impacto en los polinizadores, especialmente, en las abejas.