La retama es un grupo de arbustos con flor, perteneciente a la familia de las Fabaceae, que engloba a su vez siete especies diferentes. Concretamente su taxonomía, o lo que es lo mismo, su “árbol genealógico” es el siguiente:
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Subclase: Rosidae
- Orden: Fabales
- Familia: Fabaceae
- Subfamilia: Faboideae
- Tribu: Genisteae
- Género: Retama
La retama es una planta nativa de tres continentes diferentes aunque su presencia es mayoritaria en la zona que limita con el Mar Mediterráneo, debido a su clima cálido.
Dentro de este grupo tan amplio encontramos distintas plantas que son denominadas de manera genérica como “retama”, a pesar de no pertenecer estrictamente al género Retama. Suele utilizarse este término para referirse a aquellos arbustos en forma de escoba, lo que obviamente también incluye a la retama.
Todas las plantas del género Retama tienen grandes cualidades para tratar afecciones respiratorias e incluso para casos de fiebres eruptivas. Además, posee propiedades diuréticas.
- Retama dasycarpa Coss.
- Retama monosperma (L.) Boiss.
- Retama raetam (Forssk.) Webb y Berthel.
- Retama rhodorhizoides (Webb y Berthel.) Webb y Berthel.
- Retama sphaerocarpa (L.) Boiss.
Diferencias entre Genista y Retama
Es importante saber que la Retama es un género de la tribu Genisteae que, en muchas ocasiones, nos puede llegar a confundir. Ambos términos son utilizados de manera simultánea para referirse a las variedades de este arbusto. Por tanto, todas las retamas son a su vez Genisteae, pero todas las plantas de la tribu Genisteae no tienen por qué ser retamas.
Como ya hemos dicho, debido a que la retama es un término genérico que se utiliza para denominar arbustos con flor que no pertenecen estrictamente a ese género, nos encontramos con el habitual error de considerar como Retama a plantas que no lo son.
Retama de olor
La gayomba, gallomba, ginesta o ginestra, conocida en latín como Spartium junceum, es una planta del género monotípico floral de la familia de las Fabaceaes. Sin embargo, no pertenece al grupo de la Retama (a pesar del nombre), sino que pertenece al género Spartium.
Esta planta, única en su especie, es de hoja perenne y está muy extendida en el Sur de Europa, sudoeste asiático y noroeste de Africa. Debido a que ha sido masivamente introducida en algunas zonas, como las Islas Canarias, se ha convertido en una especie invasora. Porque aunque es una especie autóctona de España, no lo es de las Islas Canarias. Tal es su amenaza al ecosistema y flora de la zona que ha sido introducida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
La retama de olor ha sido cultivada desde hace mucho tiempo por los romanos y los griegos para atraer a las abejas, ya que es una planta que goza de un gran atractivo para estas. Quienes, además, intervienen en su polinización como pieza fundamental.
Retama Negra
Cytisus scoparius var. Andreanus, por su denominación en latín, es una especie que procede de la tribu de las Genisteae pero, sin embargo, pertenece al género Cytisus. Al igual que la Retama de olor, a pesar del nombre tampoco es estrictamente del género Retama.
Este arbusto caducifolio o Escoba Rubia no cuenta con muchas hojas, pero en cambio posee unas preciosas flores amarillas más grandes que las de la Retama Común Amarilla. Tiene un amplio uso medicinal por sus facultades cardiotónicas y estimulantes.
Retama Canaria
Esta planta, reclasificada recientemente como Genista maderensis, es otro arbusto en forma de escoba que suele ser considerado como retama. Tiene una gran presencia en la zona de Canarias y Madeira, de dónde procede. Este localización hace que en algunas ocasiones sea denominada como Escoba de Madeira.
La Genista maderensis es una de las especies más resistentes del género Cytisus. Llega a aguantar temperaturas negativas en torno a los 5 o 7 grados bajo cero. Aunque no es muy exigente con el suelo, sí necesita que esté bien drenado. Su única necesidad es contar con una exposición al sol prolongada.
Retama Amarilla
Sin duda, la especie por excelencia es la Retama sphaerocarpa o, coloquialmente, Retama Esferocarpa. Esta sí, perteneciente al género al que hace honor su nombre. Este arbusto tiene preferencia por terrenos secos, lo que explica su gran presencia en las zonas más áridas de la Península.
Esta especie tiene la capacidad de fijar el nitrógeno del aire y enriquecer con ello el suelo, gracias a los nódulos presentes en sus raíces que albergan a la bacteria Rhizobium. Esta condición convierte a la retama amarilla en un gran aliado con la presencia de otras plantas y como rehabilitadora de suelos altamente degradados. Su abundante néctar es una gran fuente de alimentación para las colmenas de abejas que se sienten muy atraídas por su aroma y brillante color. Gracias a ello, se obtiene la miel de retama, tan apreciada en el comercio.