La avena fatua, de nombre común “avena loca”, es un tipo de mala hierba que afecta enormemente a los cultivos de cereales en España. Llamada también cogulla o ballueca, esta avena loca es un tipo de planta perteneciente a la familia de las gramíneas.
Características de la avena loca
Se trata de una planta con una raíz muy fibrosa y que, además, tiene una gran ramificación. Puede llegar a medir un metro y medio de altura, gracias a su tallo erecto. Sus hojas son estrechas y alargadas. Por otra parte, en sus inflorescencias de tipo espiga podemos encontrar de dos a tres flores. En la prefloración, la avena loca está enrollada sobre sí misma.
Las especies más comunes de este género son Avena fatua’ o avena loca, ‘Avena sterilis’; y una subespecie de ésta, ‘Avena ludoviciana’. Concretamente, la avena fatua es originaria de la zona del mediterráneo y Euroasia. Sin embargo, en la actualidad se encuentra presente casi en cualquier parte del mundo a excepción de las zonas desérticas o tropicales y las de alta latitud. Esto se debe a que la avena loca tiene preferencia por suelos baldíos y cultivos.
Debido a su crecimiento sin control es considerada una mala hierba que compite con los cultivos tradicionales por el espacio vital y minerales del terreno. De todas las semillas que caen al suelo para terminar de madurar, entre un 25% y un 45% terminan desarrollándose con éxito. Este método de reproducción se calcula que su tasa de multiplicación es de 2,5 veces por año.
Diferencia de la avena fatua y el trigo o la cebada
Debido a la preferencia de la avena loca por los terrenos en los que existe cultivo de trigo y cebada, es muy importante aprender a distinguirla de dichas especies. El momento idóneo para diferenciarla tiene lugar en la juventud de la planta. Para ello podemos fijarnos en los siguientes detalles:
- Como hemos dicho, antes de la floración, la avena loca se encuentra enrollada sobre sí misma. Sin embargo, las hojas están giradas en sentido contrario a las agujas del reloj, en contraposición también a las hojas del trigo y la cebada.
- Posteriormente, la avena loca carece de aurículas o corbatas, estando su lígula completamente desarrollada. Las aurículas son unos pequeños recubrimientos en la base de las hojas.
- Si tenemos un campo de cultivo de cebada, es importante fijarse en las plantas nacidas entre las líneas de cultivo. Muy probablemente se traten de avena fatua.
- Comparadas las tres especies es notable que el color de las plantas es diferente.
Debido a los graves daños causados por la avena loca para los cultivos de trigo y cebada, hacer un correcto control y seguimiento de esta mala hierba es vital para los agricultores. El trigo es mucho más sensible a la presencia de avena loca, pudiendo llegar a reducirse su producción a la mitad.
Usos de la avena fatua
Lo cierto es que los usos de la avena loca no son muchos. De hecho, gran parte de ellos se han ido perdiendo con el paso de los años al encontrar otras alternativas más efectivas y menos peligrosas para el resto de cultivos tradicionales.
Sus pajas eran empleadas para hacer cestos o rellenar algunos productos textiles o de trabajo para mulas y bueyes. Además, al igual que la alfalfa, también puede ser destinada como planta de forrajeo para los animales. Esto último se hace tanto en verde como en seco.
Y como no es de extrañar, también tiene ciertas aplicaciones medicinales que antaño le dotaban de gran utilidad. Se le atribuye un efecto diurético, gracias a su alto contenido en silicio. Es posible aprovecharnos de esta propiedad cociendo la planta. Además, gracias a la presencia de mucílagos, también resulta muy útil contra el estreñimiento. También se dice que aporta buenas dosis de energía y es muy beneficiosa para huesos y musculatura.
Desde la antigüedad esta planta ha sido destinada también a fines cosméticos. Aunque en el presente sus aplicaciones son mucho más específicas y elaboradas, ya que se emplea en mascarillas, cremas, jabones, geles…
¿Cómo eliminar la avena loca?
La avena loca supone un grave peligro para los cultivos tradicionales, como ya hemos adelantado, por su altísimo nivel de reproducción. Esta dispersión o multiplicación a menudo se produce con motivo de las siguientes situaciones:
- Empleo de semillas ya infectadas
- Dispersión por el viento.
- Por el agua y los sistemas de riego.
- Uso de estiércol de animales alimentados con semillas de avena loca.
- Transporte de la paja de las cosechas.
- Por los pájaros, y otros animales o rebaños de ganado.
- Gracias al empleo de maquinaria agrícola.
Si queremos eliminar la avena loca, podemos acudir a métodos de control naturales como el laboreo tardío, la quema de rastrojos o la rotación de cultivos. La observación es un elemento fundamental en el control de esta plaga, ya que cuanto antes detectemos la infestación, antes podremos ponerle remedio y minimizar los daños y pérdidas de producción. En caso de que debamos acudir a algún sistema de control químico, debemos centrarnos en los herbicidas cuyo principio activo principal sea alguno de los siguientes:
- Trialato
- Difenzoquat
- Barban
- Clortoluron
- Clortoluron + terbutrina
- Metoxuron
- Diclofop-metil
- Isoproturon
- Flamprop-isopropil
- Isometiozin
- Benzoilprop-etil
Todos ellos están autorizados en cultivos de trigo y cebada principalmente.